miércoles, 22 de febrero de 2012

Secretos y recursos de la creatividad – Claves del proceso creativo – Parte 1 de 5


Volvemos a retomar la sección de Secretos y recursos de la creatividad. Como habréis podido ver, las últimas entradas se han ido agrupando en torno a los cuatro grandes bloques que forman el taller: ésta misma, Secretos y recursos de la creatividad, Técnicas y temas del oficio, Leer para escribir y Arte Poética. A continuación daré algunas pautas sobre cómo afrontar el proceso creativo.



Claves del proceso creativo

Estamos de acuerdo en que a escribir se aprende escribiendo. ¿Pero qué hay antes del texto? Hay un mundo interno, exclusivo de cada individuo, conformado como consecuencia de su historia personal; y un mundo externo que rodea al individuo.
El mundo interno y el mundo externo confluyen en el texto. Sin embargo, no hay texto sin fluidez y sin flexibilidad. Los factores que obstaculizan o facilitan la creatividad pasan por nuestro mundo interno. Se trata de romper las resistencias y los miedos, y aprender a convertirlos en material literario. Saber cómo escribimos es una etapa indispensable para conocer las herramientas con las cuales podemos hacerlo.


Escribir es crear

Al escribir se pone en movimiento toda la experiencia personal. Hay que conectar con uno mismo sin interferencias para que la mente active la mano y la mano active el utensilio elegido conformando el texto. Evidentemente, no nos referimos a una sucesión mecánica, sino a un acto productivo.
Toda persona es naturalmente imaginativa y potencialmente creativa. La diferencia entre los que no se consideran creativos y los que lo son es que estos últimos son capaces de expresar una respuesta nueva ante un problema o numerosas ideas en un breve lapso.


La sugerencia:
El ser creativo encuentra soluciones novedosas, diferentes a las habituales. Hay que saber movilizar los recursos en el momento justo.


Diferir los juicios críticos

Lo contrario a crear es bloquearse. Bloquearse es tanto no poder crear como producir maquinalmente.
La censura es el peor enemigo de la creatividad. Entonces, insistimos: de entrada, escribir sin corregir; corregir más tarde. Hay un tiempo para cada cosa, no superponerlos. Si apelamos a la crítica negativa, seguro que nos bloqueamos. Comenzar a escribir con espíritu positivo. Es aquella idea de: ante la botella por la mitad, ver la botella medio llena y no medio vacía.
Algunas expresiones que frenan el proceso creativo:

            No es prudente
            Otros lo harían mejor
            No vale nada. Resultará aburrido
            Es absurdo
            Es peor que lo de los demás
            No sirve
            No tengo nada que decir
            No podré
            A quien le puede interesar

           
La sugerencia:
Atacar con rebeldía a esa vocecita interior que quiere imponer su visión negativa.


Nota personal: desde mi punto de vista, es vital lo que se comenta más arriba, en cuanto a que hay un momento para cada cosa y que no hay que empezar a escribir corrigiendo. Si se me permite un símil pictórico – ya que a mi me gusta pintar – os diré que, alguna vez, he empezado a pintar un cuadro, la idea me gustaba, me apasionaba, pero cometía el error de comenzar, por ejemplo, a mezclar azules y amarillos para intentar conseguir justo el verde que había visto en mi mente, hasta tal punto que la idea se “enfrió” y abandoné el cuadro. Estoy seguro que si hubiese compuesto el cuadro con los colores base que vi en mi mente y que tanto me hicieron vibrar, aquí amarillo, allí magenta, abajo rojo, al otro lado verde, etcétera, el ver el lienzo lleno de pintura, sin “blancos” me habría animado a seguir adelante sin duda, hasta conseguir aquellos verdes que me obsesionaron con mucho menos esfuerzo y sin abandonar la obra.
Ante las duras críticas que vosotros mismos podéis verter sobre vuestra propia obra – estad seguros que vosotros mismos podéis ser sin duda vuestros peores y más crueles críticos -, decía: si esa obra es auténtica, si es vuestra alma la que habéis vertido sobre el papel, quizás os ayude recordar una escena de la genial película Full Monty, en la que el actor, entrado en carnes, le dice a su mujer que quién va a querer ver bailar a esto (refiriéndose a sí mismo), a lo que su mujer muy seria, incluso enfadada con él, le dice “!Pues yo! ¡Yo quiero verte bailar!”…, pues bien, lo que trato de decir es que os sorprendería la cantidad de gente a la que le gustaría veros bailar desnudos



Cambiar la partitura de los rituales

En la vida cotidiana nos manejamos con múltiples clisés. La lectura de los hechos de cada día se hace desde las ideas previas que hemos ido incorporando y que de tanto repetirlas ya no las cuestionamos. Es más, ni reparamos en su formulación. Los estereotipos nos maniatan ojos y oídos. No aferramos a la partitura conocida, lo cual nos da seguridad. Sin embargo,, aunque sospechemos que desechar la partitura es más arriesgado, vale la pena intentarlo. Especialmente a la hora de escribir. Armas efectivas para romper el estereotipo son el humor o el juego; con ellas podremos responder con la sorpresa, con lo inesperado y sorprendernos nosotros mismos con nuestras reacciones. Alguien dijo “Lo terrible es dejar de sorprenderse, ahí, en ese punto trágico, mueren tanto el amor como la creación”.


La sugerencia:
Se aprende durante el acto de hacer esto o no hacer lo otro. No estar pendiente del resultado, vivenciar el proceso.



Nota personal: los estereotipos nos maniatan, es muy cierto. Se trata de una especie de “maduración” que, como adultos, nos ayuda a dedicar nuestra atención a cosas que, como adulto, son importantes, sin tener que hacer el gran esfuerzo que por ejemplo hace un niño para interpretar y entender el entorno, pero que, como escritores, nos pone un velo delante de los ojos que no nos permite apreciar detalles e interpretar hechos sin prejuicios, de manera creativa… el esfuerzo y ejercicio que deberemos hacer como escritores es ese ¡quitarnos el velo!

8 comentarios:

  1. Ideas sencillas que esconden grandes consejos!

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    1. Gracias Alfonso, muy amable, me alegra que te haya gustado

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  2. Fernando, si hubiera tenido alguna duda en si animarme o no a escribir, tu Nota personal me la hubiera aclarado. Es acertadísima la forma en que has recomendado esta práctica. Si alguien esta todavía indeciso, debe leer tu Nota personal, seguro que pierden el miedo y se animan a escribir algun relato.

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    1. Gracias Pilar, me alegra que te haya gustado y me anima mucho a seguir adelante con el proyecto ¡Muchas gracias!

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  3. Séh, a mi también me pasaba eso de querer poner las palabras exactas y corregir sobre la marcha y eso me hacía sentirme mal y terminaba abandonando.

    Creo que escribiré laismos y leísmos a desdén sin hacer aJcos a nada. Luego si hay que corregir... Pero lo importante, como bien dices, es no dejar espacios en blanco.

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  4. Me ha gustado Fernando, siempre somos los peores críticos con nuestro trabajo, quedo a la espera de las siguientes entregas.

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    1. Gracias Miguel, es cierto que podemos ser nuestros peores críticos.
      Ya están publicados las tres siguientes entregas correspondientes a este tema. Si tienes dificultades para acceder a ellos, dímelo y te paso los enlaces directos... ¡un saludo!

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