sábado, 29 de marzo de 2014

Técnicas y temas del oficio – El retrato – Parte 4


El retrato visto por un personaje

Resulta muy creíble para el lector un retrato "visto" por los ojos del personaje. Por ejemplo en Agostino, de Alberto Moravia, el objetivo del personaje es "espiar y vigilar a su madre con el preciso propósito de destruir el aura de dignidad y de respeto que a sus ojos la había envuelto hasta entonces". Para ello, el autor retrata a la madre del protagonista desde la mirada no del autor sino del personaje:

"Lo primero que vio fue a su madre de pié ante esa cómoda.
No estaba desnuda, como casi había presentido y esperado al asomarse, sino a medio vestir y en el momento de quitarse, ante el espejo, el collar y los pendientes. Llevaba una camisola de gasa que le llegaba a medio muslo. Bajo las dos turgencias desiguales y desequilibradas, una más alta y como contraída, y la otra más baja y como distendida e indolente, las elegantes piernas se adelgazaban en una actitud perezosa, desde los muslos largos y fuertes hasta las pantorrillas y la exigüidad del tobillo. Los brazos levantados para desabrocharse el cierre del collar imprimían a toda la espalda un movimiento visible dentro de la transparencia de la gasa (...)."


Retrato estático o dinámico

El retrato se suele hacer para presentar al personaje. Para ello se puede utilizar:

a) La descripción de los rasgos físicos.
Tomemos un ejemplo de Álvaro Mutis en El Diario de Lecumberri:

"De alta y desgarbada figura, rubio, con un rostro amplio y huesudo que surcaban numerosas arrugas de una limpieza y nitidez desagradables, como si usara una piel ajena que le quedara un poco holgada: al hablar subrayaba sus siempre vagas e incompletas con gestos episcopales y enfáticos y elevaba los ojos al cielo como poniéndolo por testigo de ciertas nunca precisadas infamias de que era víctima. Tenía costumbre de balancearse en sus grandes pies, (...)"

a) La descripción de acciones características del personaje. Así lo hace Cela en La Colmena:

"Doña Rosa va y viene por entre las mesas del Café, tropezando a los clientes con su tremendo trasero. Doña Rosa dice con frecuencia 'leñe' y 'nos ha merengao'. Para doña Rosa el mundo es su Café, y alrededor de su Café, todo lo demás. Hay quien dice que a doña Rosa le brillan los ojillos cuando viene la primavera y las muchachas empiezan a andar de manga corta. Yo creo que todo eso son habladurías: doña Rosa no hubiera soltado jamás un buen amadeo de plata por nada de este mundo. Ni con primavera ni sin ella. A doña Rosa lo que le gusta es arrastrar sus arrobas, sin más ni más, por entre las mesas."


Plantearse:
A la hora de retratar un personaje, es conveniente plantearse si se lo retrata a partir  de la descripción o a partir de la acción, tal como lo vimos en los ejemplos anteriores. Veamos ambas posibilidades considerando que, cuando se refieren a acciones, se consiguen mejores resultados si la descripción depende de la acción y no al revés, es decir, la acción de la descripción:

a) Descripción física
El retrato es lo principal de la frase, en este caso, el núcleo principal de lo narrado. Ejemplo:

"Su cabeza estaba poblada de rizos rubios"

b) La acción de la cual depende la descripción. El retrato, en este caso, se deduce de lo que hace el personaje. Se incorpora la descripción a la acción. Ejemplo:

"Ladeó la cabeza poblada de rizos rubios"

Qué conseguimos con el retrato:
Evidentemente, de acuerdo a lo que acabamos de ver, presentar a un personaje a través de un retrato no es una técnica mecánica y de una sola dirección.
Al contrario, hay buenos ejemplos de retrato empleado como recurso para mostrar un ambiente, desplegar una atmósfera y estimular la curiosidad del lector. Así lo hace Raymond Carver, por ejemplo en La calma, un cuento en que la descripción va totalmente enlazada a la acción.

"Me estaban cortando el pelo. Yo estaba sentado en el sillón de barbería, y en los asientos de la pared de enfrente se sentaban tres hombres. A dos de los que esperaban no los había visto nunca. Pero reconocí al otro, aunque no conseguía situarlo exactamente. Seguí mirándolo mientras el peluquero me cortaba el pelo. El hombre rechoncho, de cabello ondulado y corto, jugueteaba con un palillo de dientes que tenía entre los labios. Y entonces lo vi con gorra y uniforme y pequeños ojos vigilantes en el vestíbulo de un banco.
De los otros dos, uno era mucho mayor que el otro, y tenía cabello abundante, rizado y gris. Estaba fumando. El tercero, aunque aún joven, estaba casi calvo en la parte superior de la cabeza, pero el pelo de los lados le caía sobre las orejas. Llevaba botas de obrero forestal y pantalones con brillo de aceite de maquinaria."



Recapitulando…


1    El retrato nos presenta al personaje.

2   Seleccionar lo más relevante es determinar la marcha del retrato.

3   Retratar es describir el aspecto físico o el carácter de una persona.

4   Retratar es utilizar un punto de vista cuyo enfoque varía de acuerdo a las necesidades de la narración.

5   Se puede elegir el tipo de retrato siguiendo las pautas de los expertos en fotografía.

6   A través del retrato se pueden mostrar aspectos de un ambiente, de una atmósfera o atraer la curiosidad del lector.

7    Se puede hacer un retrato estático describiendo las características externas del personaje.


8  Se puede hacer un retrato dinámico describiendo también, o exclusivamente, sus acciones.

domingo, 16 de marzo de 2014

Técnicas y temas del oficio – El retrato – Parte 3

Tipos de retratos

Nos referiremos a los diferentes tipos de retratos utilizados en fotografía, según se explica en la Miniguía Kodak y cuya técnica se puede aprovechar para aplicarla en nuestros relatos.





Hay tres procedimientos o estilos básicos:

1    El retrato formal, en el que tendrá Ud. que organizar la pose, el entorno, la iluminación, los elementos auxiliares y la expresión característica del modelo.

2   El retrato informal, en el que utiliza Ud. la pose, el entorno, y las ropas paraobtener una imagen natural, que no tenga aire estudiado.

3   La espontánea, en la que el fotógrafo actúa como observador independiente (y preferiblemente desapercibido) y cuya finalidad es captar al modelo en actitud descuidada o entregado a una actividad cotidiana.

Las variantes prácticas

1    Se puede hacer un retrato de:
·        cuerpo entero;
·        medio cuerpo;
·        destacar los detalles generales;
·        destacar un detalle significativo.

2   Se puede desarrollar un retrato:
·        estático / en movimiento;
·        de lejos / de cerca;
·        desde la presencia / desde la memoria;
·        en blanco y negro;
·        en sepia;
·        en colores.

3   Hay que tener en cuenta:
·        la importancia del grado de relación entre el retratista y el retratado;
·        no mostrar del retrato lo que luego la narración desdice.


Modos de enfocar

Se retrata a un personaje desde distintos puntos de vista y de acuerdo a lo que se quiere lograr en el relato.
Se puede hacer desde distintos ángulos, algunos de los cuales hemos visto en los puntos precedentes y aquí retomamos incluidos en otra clasificación:

·        la descripción externa
·        la descripción interna
·        la descripción mixta

Ejemplos:

·        De descripción externa:

"En el rostro de Miguel brillaban claros los ojos y claros, clarísimos, los dientes. Rompían entre el ocre de su tez, barro cocido, amasado y abrasado y capaz de contener, y rebosar, el agua más fresca. Porque esta era la verdad. Los pómulos abultados, el pellizco de la nariz, la anchura de su cara, afinada en su base, asociaban este rostro a una vasija de barro popular, gastada y suavizada por el tiento de su uso, pero enteriza siempre."

Vicente Aleixandre

·        De descripción interna, empleada para retratar afectivamente a un personaje:

"A Federico se le ha comparado con un niño, se le puede comparar con un ángel, con un agua ('mi corazón es un poco de agua pura', decía él en una carta), con una roca; en sus más tremendos momentos era impetuoso, clamoroso, mágico como una selva. Cada cual le ha visto de una manera. Los que le amamos y convivimos con él le vimos siempre el mismo, único y sin embargo cambiante, variable como la misma naturaleza. Por la mañana se reía tan alegre, tan clara, tan multiplicadamente como el agua del campo, de la que parecía siempre que venía de lavarse la cara."

Vicente Aleixandre

·        De descripción interna, apropiado para enfocar el carácter ambicioso del personaje:

"No renunciaba a subir, a llegar cuanto más arriba pudiese, pero cada día pensaba menos en estas vaguedades de la ambición a largo plazo, propias de la juventud. Había llegado a los treinta y cinco años, y la codicia del poder era más fuerte y menos idealista; se contentaba con menos pero o quería con más fuerza, lo necesitaba más cerca; era el hombre que no espera, la sed en el desierto que abrasa y se satisface en el charco impuro sin aguardar a descubrir la fuente que está lejos en lugar desconocido. Sin confesárselo, sentía a veces desmayos de la voluntad y de la fe en sí mismo que le daban escalofríos."

Leopoldo Alas 'Clarín', de La Regenta

   
·        De descripción mixta, tanto los rasgos externo como los internos le proporcionan al autor material para evocar al personaje:

"Eusebio García Luengo (...) tenía los ojos muy negros, agudos bajo aquellas cejas tremendas, de un nietzscheanismo  irónico y frustrado. Tenía los pómulos muy salientes -erizados de pelo de barba-, y la boca hundida, con dientes sospecho que poco sanos. Llevaba siempre unos trajes que parecían lamentables, pero que si uno se fijaba un poco eran incluso nuevos y correctos. Lo que pasaba es que Eusebio García Luengo envejecía los trajes de dentro afuera, les comunicaba su cansancio interior, su desgalichamiento de alma, su escepticismo. Muy delgado, algo hundido, lento y pacífico, siempre si prisa, teorizante de esquina y filósofo al azar, Eusebio García Luengo era un conversador fascinante, original, inesperado y de largo aliento. Todo le nacía de un fondo sistemáticamente paradójico e irónico, y el único que no advertía su burla era el sometido en aquel momento a ella."

Francisco Umbral