La ineludible necesidad interna
Las señales de las que
hablábamos al principio, astillas, tienen una relación directa con la necesidad
ineludible de escribir que, para la mayoría de los escritores, es la primera
condición que justifica la producción de la escritura.
Lo enfocamos según dos de
sus variantes:
·
Las palabras
Al respecto, Jünger dice
que "cuando un vocablo produce desasosiego es que constituye una
advertencia, una señal más que un indicador de caminos. Parecida a los anillos
de la piedra lanzada al agua, la señal se propaga en círculos. En los sitios
donde la señal anuncia un peligro todo es posible."
·
La necesidad
imperiosa de escribir
De esa necesidad también
nos habla Heinrich Böll:
“¿Pero usted
siente la necesidad de andar por el mundo con esos manuscritos arrugados,
arrugados, pasados a máquina con errores, o encomendarlos al correo, y seguir
escribiendo aunque se los devuelvan todos?
Sí,
contesté.
¿Y por qué
o hace? Piénselo bien, su respuesta será a la vez la respuesta a mi primera
pregunta.
Jamás me
habían hecho esa pregunta. Me puse a pensar mientras el redactor comenzaba a
leer mi cuento.
No me
queda otra alternativa, die al fin.
El
redactor alzó la vista, arqueó las cejas: Es una respuesta muy buena, una ve se
la oí decir a una atracador. El juez le preguntó por qué había proyectado y
llevado a cabo el atraco. No tenía otra alternativa, dijo."
Sin embargo, tampoco hay
que descartar lo contrario, es decir, escribir a pesar de todo, sin disparador
consciente. Escribir y basta.
Cómo desencadena ideas el
escritor Milan Kundera
Kundera nos
cuenta parte de su proceso:
En La insoportable levedad
del ser, Teresa vive con Tomas, pero su
amor exige tal movilización de sus fuerzas que, de pronto, no puede más y
quiere dar marcha atrás, "hacia abajo", hacia el lugar de donde
vino. Y me pregunto: ¿Qué le pasa a ella? Y encuentro la respuesta: ha sido
presa de un vértigo. Pero ¿Qué es el vértigo? Busco la definición y digo:
"el embriagador, el insuperable deseo de caer". Pero me corrijo
inmediatamente, preciso la definición: "También podríamos llamarlo la
borrachera de la debilidad. Uno se percata de su debilidad y no quiere luchar
contra ella, sino entregarse. Está borracho de su debilidad, quiere ser aún
más débil, quiere caer en medio de la plaza ante los ojos de todos, quiere
estar abajo y aún más abajo que abajo". El vértigo es una de las claves
para comprender a Teresa. No es la clave para comprendernos a usted o a mí.
Sin embargo usted y yo conocemos esta especie de vértigo al menos como
nuestra posibilidad, para comprender el vértigo.
No son
únicamente las situaciones personales las que se cuestionan, toda la novela
no es más que una larga interrogación. La interrogación meditativa es la base
sobre la que están construidas todas mis novelas.
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Recapitulando…
1 Conocer cómo captamos ideas ayuda
a aprovecharlas mejor.
2 Registrar
sensaciones productoras de ideas.
3 Organizar las sensaciones en una
lista de asociaciones; se podrán incorporar en cualquier momento a un texto.
4 A la hora de escribir se puede
planificar o improvisar.
5 Planificar es reflexionar
6 La improvisación es más liberadora
que la planificación.
7 Poner títulos o subtítulos ayuda a
sintetizar a idea y ofrece disparadores para la escritura.