La biografía
¿Quién es más relevante
en una biografía? ¿El autor o el biografiado? Generalmente, el biografiado. Sin
embargo, son cada vez más los escritores que se adentran en la historia ajena. ¿Qué
impulsos actúan en ellos? Son tres los fundamentales: un ansia irrefrenable por
conocer los vericuetos de otra existencia; una necesidad de proyectarse en
alguien al que se admira, se envidia o, incluso, no se comprende del todo; y el
deseo de exaltación de una figura destacada.
Cuando el biógrafo ya se
ha familiarizado con el personaje, a través de la documentación, su tarea es la
de un novelista que reconstruye una vida, con la diferencia de que en lugar de
inventar debe atenerse a hechos auténticos con fidelidad.
Qué es una biografía
Biografiar
es reconstruir parcial o totalmente una vida ¿Totalmente? Es “totalmente”
imposible.
La
biografía es una clase de escrito que tiene por objeto historiar vidas
específicas. Según Jacques-Louis Douchin, si se admite esta definición, una
biografía sería entonces, de alguna manera una “novela verdadera”. Lo cual
implica que no puede reducirse a la cronología de los hechos, y la eleva al
rango de obra literaria cuyo arte es el de la novela.
Pero,
si bien la biografía depende de la imaginación del autor a la hora de
escribirla, en mayor medida depende del biografiado.
Por
lo tanto, necesita un trabajo previo considerable y riguroso de búsqueda y
compilación.
El biógrafo
Tal
como dice Jaime Rest, el autor de una narración destinada a exponer el
conocimiento sobre la vida de una persona que realmente existió, ha de cumplir
unas condiciones determinadas:
Condiciones del biógrafo
1 Debe de tener un sólido dominio de la
metodología histórica que le permita reunir la documentación y evaluarla sin
perder de vista las circunstancias en las que transcurrió la vida que es objeto
de su indagación.
2 Si se trata de un personaje que se distinguió
en una actividad especializada, su biógrafo debe poseer además un razonable conocimiento
del campo en que destacó la figura que es objeto de estudio. (Por ejemplo, la
situación de la poesía europea en el siglo XIII, en el caso de Dante.)
3 Debe poseer una sagacidad y
una penetración psicológicas que le faciliten la comprensión de las acciones
personales del individuo estudiado.
4 Debe tener la adecuada
destreza artística para organizar la exposición de manera clara, persuasiva y
amena.
Decisiones previas
El
autor que desea escribir una biografía puede ser un biógrafo ocasional o
convertirse en un biógrafo especializado.
- En el primer caso se elige un
personaje, se destacan los aspectos de él que más nos interesan y se
profundiza en ellos.
- En el segundo, habrá que dominar
áreas tales como: la Historia, la literatura política, la ciencia, las
guerras, los cotilleos de todo tipo, los asuntos judiciales, etcétera; es
decir, todo lo que contribuya a aportar datos de la figura biografiada de
turno.
- Tanto en el primero como en el
segundo caso, se debe elegir el personaje adecuado, ya sea por simpatía o
por admiración.
- Luego hay que decidir si la
biografía comprenderá toda su vida o sólo una parte. Y en cualquier caso,
en qué período o aspectos de la vida del personaje centrará
preferentemente su atención el biógrafo
- También se debe elegir entre los dos
tipos básicos de biografía
Tipos de biografías
En principio,
se pueden distinguir dos tipos básicos de biografías:
1
La biografía documental
La
biografía documental intenta reconstruir lo más fielmente posible la vida del
personaje. Aunque se lo mire por donde se lo mire, ésta es una tarea imposible
dado que toda vida guarda algún secreto. Por otra parte, por más documentación
que recojamos, siempre será parcial.
Otro
problema de la biografía documental es que carece de la fuerza, de la pasión
del narrador más parcial y acaba aburriendo al lector, salvo que éste busque
únicamente una lectura compuesta básicamente por datos.
2
La biografía novelada
La
biografía novelada debe ser fidedigna. Debe respetar los datos verídicos, desde
cualquier punto de vista que se cuente. Pero el autor que reconstruye una vida
según su visión personal, interpreta los hechos y debe comunicar su
interpretación al lector. Ya sabemos que para el mismo hecho, hay diversas
interpretaciones y cada biógrafo debe aclarar la suya.
Por
ejemplo, el citado Douchin dice que André Maurois, en Lélia o la vida de George Sand,
ve en la “frigidez” de su heroína el porqué de su vida amorosa. Desde su punto
de vista, George habría buscado desesperadamente durante toda su existencia el
amante capaz de satisfacerla.
Sin
embargo Douchin no comparte esta concepción y explica, en George Sand el amoroso, que este
comportamiento procede de una búsqueda largamente compartida en su generación,
del amante ideal, mitad del Andrógino primitivo, concepción específicamente
romántica que no tiene nada que ver con la pretendida frigidez.
Lo
mejor que pueden decir los lectores de una biografía documental es “que se lee
tan placenteramente como una novela”.
Recortar
Escribir
una biografía es hacer un recorte, una elección. La biografía, al ser vida
escrita, no traslada al papel la huella exacta del paso de alguien por el
mundo, sino un recorte y una interpretación. El recorte depende de la
interpretación.
Pero
esta idea de recorte es productiva a la hora de escribir. Se recorta un
momento, un período, una serie de episodios, una faz del episodio, y el resto
queda en la sombra. A veces, se le hace hacer o decir al personaje más de lo
que dijo o hizo. Como siempre, todo depende del punto de vista del narrador
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Ello
es así aunque el punto de partida sea una persona o unos datos verídicos. De
hecho, nos encontramos en muchos casos con biografías de la misma persona, hechas
por diferentes autores, que se contradicen o se parecen apenas en mínimos
aspectos. Es lo que ocurre, por ejemplo, con las numerosas biografías que
circulan sobre François Mitterrand.
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