lunes, 11 de junio de 2012

Técnicas y temas del oficio – El narrador (4 de 4) – Parte 3


La tercera persona encubre a la primera

Hay casos en lo que se emplea un narrador en tercera persona, intentando crear una cierta objetividad frente a lo narrado, pero esa tercera persona es, en realidad, una primera encubierta. En general, los resultados obtenidos apuntan a un buen manejo de la emoción, como en El viejo y el mar, de Hemingway, donde con esta técnica desarrolla uno de sus temas preferidos, la soledad. Santiago, viejo y desilusionado, lucha sin darse por vencido:

 “No recordaba cuanto tiempo hacía que había empezado a hablar solo en voz alta cuando no tenía nadie con quien hablar. En los viejos tiempos, cuando estaba solo cantaba; a veces de noche cuando hacía su guardia al timón de las chalupas y los tortugueros. Probablemente había empezado a hablar en voz alta cuando se había ido el muchacho. Pero no recordaba. (…)
Pudiera dejarme ir a la deriva, pensó, y dormir o echar un lazo al dedo gordo por si pican. Pero hoy hace ochenta y cinco días y tengo que aprovechar el tiempo.”



Nota personal: cuando yo leí El viejo y el mar, el viejo me pareció eso, viejo y agotado, y muchas cosas más, pero no desilusionado, desde mi punto de vista alguien desilusionado no lleva a cabo la lucha sin cuartel que sucede en el libro de Hemingway, aunque esta es sólo mi opinión…


Las percepciones de la tercera persona

Se suele afirmar que la utilización del narrador protagonista en primera persona limita la narración y canaliza la escritura. Sin embargo, la tercera persona no necesariamente da total libertad de movimiento al autor.
Veamos tres posibilidades que se presentan con la primera persona:

·        percepción limitada

·        percepción limitada global

·        percepción total


1    Percepción limitada
Es cuando hay una visión unilateral, es decir, de un solo personaje al que no se lo puede descartar y se lo sigue durante todo el relato

2   Percepción limitada global
Es una extensión de la precedente. Se pasa de la visión de un personaje a otro y cada uno presenta los hechos desde un punto de vista, aunque lo cuenta un narrador en tercera persona.

3   La percepción total
Corresponde al narrador omnisciente, o sea a una especie de voz en “off” que cuenta sabiendo todo lo que pasa, tanto lo concerniente al personaje como al resto en todo momento. Este tipo de narrador no es un personaje sino que se mete en la cabeza de cada personaje. En el siglo pasado* no era raro que con ésta técnica el narrador se dirigiera exclusivamente al lector para contarle cosas que los mismo personajes desconocían. Pero, actualmente, si se le advierte al lector lo que va a pasar, o se le explican los hechos dejando el personaje al margen, es muy probable que no se interese en acabar el libro ni en comprar otro del mismo autor.

* Se refiere al siglo XIX.



Una escena, tres percepciones
Percepción limitada
Contaremos una escena desde el punto de vista de un personaje. Tomaremos como punto de partida un fragmento de un relato de Dashiell Hammett:
“Iba por su tercer vaso cuando Karen entró. Bebía demasiado y lo sabía. Pero era una costumbre adquirida desde que ella lo engañaba y porque ella lo engañaba”.
Percepción limitada de Karen:
 “Richard tenía un vaso en la mano cuando ella entró y Karen supuso que no era el primero (…) Ver a un hombre ebrio, particularmente si era su marido, la ponía fuera de sí. Posiblemente por esta razón ella lo engañaba. No lo sabía, pero tal vez era una de las razones”.
Percepción limitada de Richard:
 “Él iba por su tercer vaso cuando Karen entró. Bebía demasiado y lo sabía. Pero era una costumbre adquirida desde que ella lo engañaba y porque ella lo engañaba”.
Ambas percepciones combinadas, la de Karen y la de Richard, que son dos puntos de vista opuestos, dan lugar a la percepción limitada global. En este caso se puede narrar desde la visión de cada uno y será el lector quien tome partido ante la interpretación diferente de los hechos. Esto demuestra que la elección del punto de vista no es neutra, sino que el personaje desde el cual se organizan los hechos funciona como el filtro de una cámara


Las narraciones múltiples

En todas las historias afloran otras historias, pero la pluralidad de enfoques de varios narradores que narren en primera persona es un procedimiento que confiere una visión menos manipuladora que la del narrador omnisciente.
Al respecto citamos las palabras de Germán Gullón refiriéndose a las novelas de Marina Mayoral: “Los mejores ejemplos donde utiliza la pluralidad de voces son Al otro lado y La única libertad. Los diferentes capítulos cuentan versiones de lo sucedido observadas desde varios ángulos, desde puntos de vista distintos. Las versiones nunca encajan una con la otra, al contrario, forman un mosaico de relatos superpuestos”.
En efecto, reuniendo distintas versiones sobre los hechos se relativiza el punto de vista. Por ejemplo en La única libertad los hechos, desde el punto de vista mas negro, los cuenta el carpintero, desde el punto de vista romántico, una criada; por fin hay un narrador que pretende dar una síntesis, pero en realidad ofrece una tercera versión.
Lo importante, si se utiliza la perspectiva múltiple, o sea la historia contada por cada uno de los que participaron en ella, es la necesidad de dar verosimilitud, de hacer creíble cada una de las voces.
Una variante de las narraciones múltiples es la visión estereoscópica. Consiste en que los personajes ven distintos hechos, o ven el mismo hecho y cada uno lo cuenta a su manera.
Cuando se trata del mismo hecho, la narración varía según quién la cuenta, y el lector no sabe en quien confiar. De este modo se consigue un efecto estereoscópico, que también podría llamarse estereofónico o coral al percibirse distintas voces.



Un hecho, diversas visiones

El hecho: Pelea en un barrio. Cada vecino cuenta lo sucedido a su manera

1 Vecino A
   “X agredió a Z”

2 Vecino B
   “X no estaba presente. El agresor fue Y”

3 Vecino C
   “Fue Z quien miró a X de mala manera”



Recordar

Podemos emplear un cuaderno especial en cuyas páginas apuntaremos elementos correspondientes a posibles protagonistas de futuras narraciones.
Es conveniente apuntar uno por página. Titular la página con el nombre o algún dato esencial del personaje y agregarle ideas cada día.

Ejemplo:

Rosa/ hermana del personaje
·        Se mira mucho en el espejo
·        Le falta un diente
·        Tiene los ojos grises

Y así sucesivamente



Recapitulando…


1    El narrador protagonista habla de sí mismo como eje de la narración y puede adquirir diversas modalidades:

·  ser el principal y emplear cierta omnisciencia
·  contar la historia de otro
·  contar a medida que ocurren lo hechos

2   Las variantes del protagonista son:

·  principal
·  secundario
·  epistolar
·  de diario íntimo
·  de informe
·  de monólogo interior

3   Se puede desarrollar una narración cuyo argumento esté desplegado por diferentes voces en primera persona, que ven los hechos cada uno a su manera, transformando la narración en una especie de sinfonía.

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