John Berger en Estrasburgo, 2009
Fuente: Wikipedia
“A veces, a fin de rebatir una sola
frase es necesario contar toda una vida.
Si se pudiera dar nombre a todo lo
que sucede, sobrarían las historias.”
J.B.
La exactitud de la
expresión. La pureza de la narración, caracterizan los cuentos y las novelas de
John Berger, que no prescinde de personajes ni siquiera en los nombres de
ámbitos que destaca y revaloriza como los rurales, y que busca formas
trascendentes de hacerlo.
1 Los personajes significativos
Construye personajes muy
definidos, pero caracterizados poéticamente, como los de la novela Lila y Flug
o los protagonistas de los cuentos, seres complejos e inocentes, por ejemplo:
“Todos los días, antes de venir a Oxford Circus,
prepara el biberón para la paloma pelada y todos los días, después de alimentar
al resto de la bandada, le da la leche a la paloma pelada.
Del tropel de transeúntes de Oxford Street, muchos
se detienen a observar a la mujer del chapka.
- No pueden ver a través de las paredes, ¿no? –
dialoga la mujer sin techo con el pájaro -. ¡Si quieren mirar al jardín, que
miren!”
Una mujer sin casa
Nota personal: el título “Una mujer sin casa” y lo que se explica a lo largo de
este texto, denota para mí una gran sensibilidad y un gran cuidado de Berger
hacia la exactitud de sus expresiones. Desde luego no es lo mismo no tener casa
que no tener hogar…
2 El juego espacial
Trabaja el espacio como
indicador de las voces. En algunos de sus relatos, el diálogo se distingue por
la estructura formal. Por ejemplo:
“La pareja
encontró una casa. Y un martes por la mañana, justo antes de Pascua, Boris
subió hasta allí en el Land Rover y llamó a la puerta. Abrió la rubia, que
todavía estaba en bata.
- Tengo un regalo para ustedes.
- Cuanto lo siento, pero mi marido acaba de irse a
trabajar.
- Ya lo sé. Lo he visto marchar. ¡Espere!
Abrió la puerta trasera del Land Rover y volvió con
un cordero en las manos.
- Este es el regalo.
- ¿Está dormido?
-No. Está muerto.
La rubia echó la cabeza hacia atrás y se rió
- Pero, ¿qué vamos a hacer con un cordero muerto?
–musitó, pasándose la manga por la boca.
- ¡Pues asarlo!
- Todavía tiene la lana. No sabemos cómo se hacen
estas cosas, y Gérard no soporta ver sangre.
- Yo lo prepararé
- Fue usted quien nos pagó el café, ¿no?”
Una vez en Europa
3 La expresión exacta
Con frases escuetas,
Berger pinta situaciones complejas. Por ejemplo:
“La casa de la madre de Zsuzsa en el Cerro de las
Ratas era de color azul. Tío Dima, que a veces trabajaba en el puerto, la había
pintado con una pintura robada que era especial para piscinas. Un intenso color
turquesa.
-¡Ahora sólo nos falta el trampolín! –dijo Zsuzsa
cuando él acabó de pintar. (…)
Dos años después de que el padre de Zsuzsa
desapareciera sin dejar rastro, su madre volvió a casa un domingo por la mañana
con tío Dima.
-Os presento a mi nueva media naranja –anunció a su
hijo, Naisi, y a sus dos hijas.”
Lila y Flag
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