Escribimos poesía para investigar la realidad y para
comunicarnos. El verso constituye un molde rítmico a través del cual el poeta
plasma los modos de expresarse: decir, ser, querer.
Una cuestión básica que entraña el estudio de la
poesía es la que corresponde a las posibilidades rítmicas del verso, diferentes
en cada idioma. El ritmo depende entre otros factores de la medida y las pausas
del verso. Veremos cómo los versos se conectan entre sí de acuerdo con pautas
de afinidad métrica y fonética constituyendo estrofas a la manera tradicional.
Conocer estas normas nos permitirá, si lo deseamos,
transgredirlas para descubrir nuestra voz singular.
La medida
El verso presenta regularidades de medida, pausas, acentos y
rima. Medir un verso es contar su número de sílabas métricas.
Para ello hay que tener en cuenta el número de sílabas
gramaticales que lo componen sin olvidar de considerar las licencias poéticas:
sinalefa, diéresis, sinéresis, ley del acento final.
¿Por qué
se las llama licencias poéticas?
Porque rompen con las reglas obligatorias de la gramática.
He aquí una de las condiciones de la poesía: transgredir,
jugar con el lenguaje.
1 Sinalefa:
unión de la vocal final de una palabra con la inicial de la siguiente,
formándose una sola sílaba métrica.
Ejemplo:
Recuerde el ala ligera
Re-cuer-de_ el-a-la-li-ge-ra
9 sílabas – 1 sinalefa = 8
sílabas métricas
2 Diéresis:
ocurre cuando se rompe un diptongo separando sus vocales en dos sílabas
diferentes. Se suelen indicar en la escritura colocando diéresis (ü) sobre la
vocal.
Ejemplo:
Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo.
la-del-que_ hu-ye-del-mun-da-nal-ru-ï-do
11 sílabas + 1 diéresis – 1
sinalefa = 11 sílabas métricas
3 Sinéresis:
es el fenómeno, contrario a la diéresis, consistente en formar un falso
diptongo con vocales que habitualmente no lo constituyen.
Ejemplo:
Y desde que del caos, adonde mora
Y-des-de-que-del-ca_ os-a-don-de-mo-ra
12 sílabas – 1 sinéresis = 11
sílabas métricas
4 Ley
del acento final: corresponde a tener en cuenta el acento de la última
palabra de cada verso, del siguiente modo:
a) Si el verso termina en palabra aguda, se suma una sílaba
b) Si el verso termina en palabra esdrújula, se resta una sílaba.
c) Si el verso termina en palabra llana, se cuenta normalmente.
Ejemplo:
En Occidente húndese
8 – 1 por esdrújula = 7
el sol crepuscular
6 + 1 por aguda = 7
vestido de oro y púrpura
8 – 1 por esdrújula = 7
mañana volverá
6 + 1 por aguda = 7
RUBÉN
DARÍO
La pausa
Las pausas son descansos que se producen al final o en el
interior de un verso. Se pueden distinguir las siguientes clases de pausas:
1
Pausa estrófica: se produce al final
de cada estrofa. Es obligatoria.
2
Pausa versal: se produce al final de
cada verso.
3
Pausa interna: se produce en el
interior de un verso. No es obligatoria y permite la sinalefa.
La cesura es la pausa versal que se produce en el interior
de un verso compuesto, de más de 11 sílabas. Divide el verso en dos partes denominadas
hemistiquios.
Una característica de la cesura es que impide la sinalefa.
El primer hemistiquio tendrá una sílaba más si es agudo o una menos si es
esdrújulo.
Analicémoslo en un texto de Francisco de Quevedo:
1
Dejad que a voces diga el bien que pierdo,
2
si con mi llanto a lástima os provoco;
3
y permitidme hacer cosas de loco,
4
que parezco muy mal, amante y cuerdo.
Las pausas internas van después de los siguientes
hemistiquios:
Dejad que a voces (pausa
interna)
si con mi llanto (pausa
interna)
que parezco muy mal (pausa
interna)
La pausa versal corresponde al final de os versos 1,
2 y 3:
pierdo (pausa versal)
provoco (pausa versal)
loco (pausa versal)
La pausa estrófica corresponde al final de la estrofa:
amante y cuerdo (pausa estrófica)
Otro ejemplo en versos compuestos, o sea que poseen más de
doce sílabas, de José Zorrilla:
Lanzóse el fiero bruto con ímpetu salvaje,
ganando a saltos locos la tierra desigual,
salvando de los brazos el áspero ramaje
a riesgo de la vida de su jinete real.
Observemos las pausas:
Lanzóse el fiero bruto // con ímpetu salvaje, //
(hemistiquio) (cesura) (hemistiquio)
ganando a saltos locos // la tierra desigual, //
(hemistiquio) (cesura) (hemistiquio)
salvando de los brazos // el áspero ramaje //
(hemistiquio) (cesura) (hemistiquio)
a riesgo de la vida // de su jinete real. //
(hemistiquio)
(cesura) (hemistiquio)
La estrofa del ejemplo está formada por cuatro versos
alejandrinos (14 sílabas), y cada uno de ellos posee una cesura (pausa versal)
que los divide en dos hemistiquios de 7 sílabas cada uno.
Nota personal: a
lo mejor alguno de vosotros, como yo esta pensando “¡Al diablo! Yo con la
poesía estaba buscando libertad y no me encuentro mas que reglas que me atan…”
y a lo mejor estamos en lo cierto, a lo mejor la poesía no es lo nuestro y
nuestra expresión debe hacerse a través de la prosa, pero yo voy a seguir
adelante, aprendiendo y practicando la poesía según se está enseñando aquí,
porque he visto que los poetas que mas me han conmovido primero aprendieron las
reglas, para luego, si era necesario, transgredirlas, porque nadie me dijo que
esto fuese fácil… ¿Me acompañáis?
Los recursos del poeta
El movimiento del poema: Pablo Neruda
A Pablo Neruda lo situamos
como protagonista de la escena poética universal. Los telones de fondo son: el
romanticismo, el modernismo y un proyecto liberador de la palabra que implica
un nuevo modelo de sociedad.
Su primera experiencia
infantil consciente fue el contacto con el paisaje de Temuco; ese paisaje
agreste del sur de Chile es un reiterado motivo de su obra y la fuente de sus
asociaciones y sus visiones.
Desde Crepusculario hasta Residencia en la
tierra, Neruda intenta desencadenar su imaginación, tan potente y
contradictoria como dicha naturaleza.
En sus poemas recrea con
frecuencia las imágenes de su geografía natal:
De dónde vengo, sino
de estas primerizas, azules
materias que se
enredan o se encrespan o se destituyen
o se esparcen a gritos
o se derraman sonámbulas
o se trepan y forman
el baluarte del árbol
o se sumen y amarran
la célula del cobre
o saltan a la rama de
los ríos, o sucumben
en la reza enterrada
del carbón o relucen
en las tinieblas
verdes de la uva.
Canto general de
Chile
Evidentemente, y está comprobado
en toda su obra, Neruda trabaja el ritmo de un modo absolutamente productivo.
Ya dijimos que poesía es ritmo. He aquí una de las fórmulas de su riqueza.
¿Cómo lo consigue?
El ritmo poético consiste
en los pasos con los que se ordenan linealmente las intuiciones que dan salida
y forma al sentimiento.
Neruda destaca el ritmo
por:
1 La
enumeración
se enredan o se encrespan o
se destituyen
o se esparcen (…)
o se trepan (…)
o se sumen (…)
o saltan (…) o sucumben
o relucen
2 La
interrogación
Provoca una tensión en el lector, pues empieza con una pregunta de la
que se espera una respuesta.
Estas son algunas de las
claves con las que Neruda moviliza al lector
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